En algunas ciudades ya existen máquinas expendedoras de libros que funcionan como las máquinas de vending de toda la vida pero que, en lugar de dar refrescos, dan libros. Pero en máquinas expendedoras literarias no estaba todo dicho: en Francia acaban de inventar la máquina expendedora que ofrece relatos cortos. Lo han llamado Distributeur d’histoires courtes (Distribuidor de historias cortas) y lo han instalado ya en Grenoble, en el sureste francés. Detrás de la idea está Short Edition, una editorial especializada en textos que se pueden leer en menos de 20 minutos.
La máquina funciona sin una pantalla, tal y como explican en la nota de prensa en la que han presentado la idea. Cuenta con tres botones con tres números y cada número es una clave de tiempo. El lector puede escoger historias para leer en uno, tres y cinco minutos, aunque eso será lo único que pueda determinar. El resto queda al azar, ya que el tipo de historia que saldrá es determinado de forma completamente aleatoria. Uno no sabe nunca qué es lo que la máquina le hará leer.
El texto sale en una especie de ticket, que el lector podrá leer en esos momentos de espera en los que no sabe con que entretenerse. Mientras esperas el turno en la carnicería ya no tendrás que mirar con aburrimiento la oferta: podrás leer microhistorias. Las historias son además originales, nacidas para ese formato.
