Somos traductores, no intérpretes

Laura Garcia Lima
Noosfeer Stories
Published in
2 min readNov 25, 2015

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¡No amigos! ser traductor no es sentarse frente al computador una hora mientras tomamos cervezas.

¡No Mamá! no soy intérprete, no gano millones de dólares y no estoy rodeada de políticos o celebridades.

¡No sociedad! no sabemos todas las palabras del diccionario, no somos una máquina en la que una palabra entra por los oídos y sale por la boca en otro idioma.

¡No jefe! no vamos a google translator, copiamos y pegamos…. y mucho menos hacemos la traducción de un documento de 100 hojas en una hora.

Somos más que un nombre, somos más que un estudio, somos más que un título profesional… ¡Somos una pasión!

Somos traductores porque lo elegimos, porque nos gusta. Por supuesto, habrá quienes les “haya tocado”, entonces no hablo de ellos. Me refiero a los que, aunque muchas veces maldecimos haciéndolo, disfrutamos traducir incluso las instrucciones para armar un algo que ni sabíamos que existía.

Somos traductores, no intérpretes. ¿Sabías que hay diferencias?

“Los intérpretes y los traductores hacen cosas similares, pero en ambientes diferentes. Mientras un intérprete convierte lo que se dice de una lengua (la lengua de partida) a otra lengua (la lengua de llegada), un traductor convierte también un mensaje de una lengua a otra, pero por escrito.” © 2004 Olgierda Furmanek, Heidi Achenbach

¡Ah! por cierto, si no sabes nada de traducción y vas a opinar sobre lo que hacemos, que sea algo que aporte a nuestro trabajo. Si por el contrario, te vas a sentar a criticar, ¡Para! recuerda que no eres tú quien pasa mil horas tratando de encontrar la palabra más adecuada para un texto.

Recuerda que no eres tú el que no duerme, deja de comer, hace investigaciones increíbles buscando el significado de una palabra que ni conoces en tu idioma.

Ten presente que no todo traductor es bilingüe y no todo bilingüe es traductor.

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