El pasado curso las agresiones verbales o físicas de los padres a los profesores registraron un aumento con respecto a años anteriores, sobre todo en Infantil y Primaria. Así, ANPE registró el pasado curso tres casos más que el año anterior, y desde el sindicato alertan de que este incremento de actos conflictivos por parte de los padres podría estar relacionado con «el aumento de padres que, año tras año, se incorporan al manejo de nuevas tecnologías, como el caso del WhatsApp, utilizado para comunicarse entre ellos y poder difundir opiniones e insultos gratuitos».

Así se refleja en el informe del Defensor del Profesor, que ayer fue presentado por el presidente de ANPE, Clemente Hernández, quien también destacó «el repunte» en los casos de conflictividad en los centros tanto de padres como de alumnos a sus profesores, una tendencia que hasta el curso pasado iba a la baja, pasando ahora de 108 a 118 casos.

De hecho, los datos recogidos por este sindicato -desde ANPE apuntan a que en la Región habrá muchos más casos que llegarán a otros sindicatos o que, simplemente, no se denuncian- señalan que los casos de acoso e insultos de padres a profesores han bajado en uno, aunque la cifra (nueve casos) es «preocupante» para ANPE, siendo el 67% de ellos en Infantil y Primaria.

En cuanto a las intimidaciones y agresiones físicas o verbales aumentan a cinco, el 60% en Infantil y Primaria; y las denuncias de padres o familiares aumentan de dos a cuatro, la mitad de Infantil y Primaria y la otra mitad en Secundaria. Todas estas situaciones, según recoge el informe del Defensor del Profesores, tienen unas consecuencias entre el profesorado afectado, que se traduce en cuadros de ansiedad, estrés y pérdida de autoestima (50%); síntomas depresivos (16%); y baja laboral (4%).

ANPE achaca estos resultados a un cúmulo de factores, entre ellos «los recortes educativos, que han conllevado a una mayor carga lectiva entre los docentes, el aumento de la ratio escolar, el descenso de la financiación a los centros para proyectos y de las plantillas escolares». A todo ello se suma también «los cambios de valores en la sociedad», tanto de la Administración como de los partidos políticos emergentes y también por «la actitud» de los progenitores, ya que «el niño tiene su primer modelo en la familia».

Hernández recordó que el pasado mes de febrero en dos centros de Secundaria de Cartagena, en uno de ellos fueron detenidos dos alumnos que portaban armas blancas en sus mochilas y en un segundo, fue arrestado otro estudiante por amenazar a un profesor con una piedra de grandes dimensiones y proferir expresiones del tipo «te voy a reventar la cabeza», «voy a coger una catana que tengo» y «os voy a rajar las ruedas de los coches».

Por todo ello, el presidente de ANPE, Clemente Hernández, destacó ayer en la rueda de prensa que «la violencia es un problema escolar», y el profesorado «percibe cambios en la composición social del alumnado y en sus modelos de conducta, lo que da lugar a situaciones nuevas, muchas de ellas negativas, y cuyo control aún no está del todo previsto en el marco legal del actual sistema educativo».