La Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC) ha aprobado la proposición de que se considere internet como un servicio público y garantizar así la neutralidad en la Red para impedir que se gestione la velocidad y el tráfico según intereses. La votación se saldó con tres votos a favor y dos en contra, con el respaldo de su presidente Tom Wheeler y los miembros demócratas y la oposición republicana.

Esta decisión permitirá aumentar la regulación que garantice el carácter abierto de la Red y extiende la prohibición a las operadoras de priorizar el tráfico a través de las llamadas vías rápidas.

Esta llamada neutralidad debería significar que las diferentes páginas web y vídeos se carguen a la misma velocidad. Hasta ahora la priorización de tráfico servía a las operadoras para vender a los usuarios un acceso más rápido, pero, tal y como estaba montado, realmente se traducía en permitir a las operadoras dar un acceso más rápido a las empresas o usuarios que paguen más.

La justificación a esta actuación se explicaba en las ventajas para el usuario que dispondría de mayor velocidad en función de su plan de pago, pero en la práctica, esto limita la libertad de la Red tanto para empresas, los consumidores domésticos y la redes móviles.

Ya en 2010, la FCC trato de imponer unas reglas de 'Internet abierta', pero quedaron varios vacíos legales. Con esto, elimina uno de los vacíos al dejar de clasificar internet como "servicio de información" para pasar a hacerlo como "servicio de telecomunicaciones" sujeto a la Ley de Comunicaciones de 1934. Bajo el título II, sitúa internet al mismo nivel de las líneas telefónicas tradicionales, con los mismos derechos y obligaciones tanto para prestadores como para usuarios.

Es probable que varios agentes de la industria de las telecomunicaciones decidan apelar e interponer una demanda si llegan a considerar las medidas una intrusión excesiva. De todas formas, esta decisión de la FCC no implica garantizar un precio justo para el acceso a la Red, puesto que permite a las operadoras fijarlo como si de un servicio telefónico se tratase, no convirtiéndolo en un servicio universal.

Pese a que la FCC aseguró que no aplicará disposiciones de la ley antedicha como controles de precios, esta ley permite al gobierno investigar tarifas desorbitadas lo que amplia el poder de las autoridades normativas sobre la industria al exigir a los proveedores actuar en interés del público.

¿Y si no fuera neutral?

En opinión del abogado especialista en derechos de autor Víctor Salgado, si internet dejara de ser neutral, como plantean algunas operadoras, el usuario tendría un acceso mucho más rápido o lento a los contenidos que busca en la red dependiendo de si las empresas que ofrecen los mismos hubieran pagado o no un canon por ello.

Podría ocurrir que un navegador, tipo Google o Bing, o cualquier otro, suministrara muy lentamente ciertos contenidos simplemente porque la empresa vinculada a los resultados buscados no hubiera contribuido con ese canon a las operadoras, o que las noticias de un diario se agilizaran al ser publicadas en el buscador, por haber pagado previamente por ello.

Salgado califica de "paso enorme" el que acaba de dar la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de EEUU, una "victoria" de la "neutralidad" frente a las compañías que quieren que haya líneas rápidas o de pago.

En declaraciones a EFEfuturo, Salgado ha explicado que una red neutral implica un acceso en idénticas condiciones para todos, independientemente del poder económico de los agentes vinculados.

Un servicio como el del agua

El concepto de neutralidad situaría a internet al nivel de servicios tan básicos como el agua; "al abrir el grifo, el recurso llega igual para todos sin discriminaciones", según el responsable del despacho Pintos y Salgado Abogados.

Por otra parte, si internet dejara de ser neutral podría ocurrir que sitios tipo "blogs" u otros sin ánimo de lucro con escasos recursos económicos se vieran "discriminados" respecto a otros más pudientes.

El propio funcionamiento de la red a medio y largo plazo se vería perjudicado dado que, en internet "suelen ser precisamente pequeñas empresas tecnológicas con escasos recursos iniciales las que tiran de la innovación".

"Si no damos acceso en igualdad de condiciones a todos los proveedores en internet y se prima a los grandes podría cortarse la propia innovación en la red", ha añadido.