La política siempre ha sido una cuestión de dedos. El índice sirve para adjudicar; el pulgar sentencia... ¿Y el corazón? Es la peseta de los ex presidentes. El 13 de junio, Mamen Sánchez (46 años), nueva alcaldesa de Jerez, convirtió los dedos meñiques de sus pies en un nuevo argumento político. «No fue su culpa pero es verdad que no da buena imagen. Aquí somos muy propios», dice un señor de calva brillante mientras apura su copita de fino. Este caballero jerezano se refería a la imagen de los meñiques retrovisores de Sánchez en el día de su investidura como nueva regidora de la ciudad.
La alcaldesa ríe al recordar el episodio de los meñiques. Hoy también lleva sandalias. Son de colores, con un tacón de cuña altísimo. ¿Se le escapará algún dedo?
-No para usted de mirarme los pies. Se los voy a enseñar. En realidad mis meñiques están muy pegados a los dedos.
¿Entonces esos serán los únicos dedazos que va a haber en esta legislatura?
-Desde luego. Pero hoy no se me escapan. Mi cuñada tenía una boda y me había pedido las sandalias de la investidura porque son comodísimas. Con el calor, en Jerez no se puede llevar zapato cerrado.
La principal lacra de Jerez es la deuda. Antonio Saldaña (PP) reconoce que asciende a algo menos de mil millones. «En 2012 era mayor pero dejamos un superávit operativo que permite ir pagando la deuda».
Sáchez no está de acuerdo.
-García Pelayo, mi antecesora, no ha encauzado la situación financiera. Los números no son lo que se pintan. Las deudas del ayuntamiento no se arreglan en tres días, hay mucho por hacer.
Ayer mismo empezó aprobando la retirada el busto de José María Pemán, insigne escrito y presidente de la RAE, del Teatro Villamarta a petición de IU y Ganemos Jerez. «Por fascista y asesino», sostenían sus socios de Gobierno. Muchos de los vecinos se quedaron atónitos. «¡Qué falta hacía!», dice uno.
La alcaldesa trata de suavizar los términos si bien votó a favor de la iniciativa.
-Sólo queremos cambiar el busto de sitio porque el PP lo puso ahí sin consenso en el día de la Constitución. Es un lugar demasiado significativo y hubo familias que protestaron. Habría que separar la ideología de la obra pero eso ya lo olvidó el PP cuando lo colocó.
Se olvida Sánchez de que Pemán es el mejor escritor que ha dado Jerez. Un articulista sublime [aún no lo han descubierto los barbudos que leen a Camba] y un poeta destacado. José María González, el polémico Kichi de Cádiz, ha indultado al Teatro Pemán por ser «uno de los mejores representantes de las letras gaditanas». La alcaldesa no lo tiene tan claro.
-Me sé poesías de Alberti de memoria. De Pemán, ninguna pero es evidente que su argumentario era favorable al régimen de Franco.
Olvida, quizás, que la militancia del poeta era esencialmente monárquica y juanista [poco del gusto de Franco] y que medió para que José Bergamín y Alejandro Casona, que habían permanecido fieles a la República, retornaran del exilio en los años 50.
"La política me gustaba desde niña. Tenía la carpeta forrada con fotos de Felipe González. Me encantaba. Una vez, escribí su biografía en folios rosas"
Mamen Sánchez forjó su carrera en el Congreso a la sombra de Alfredo Pérez Rubalcaba.
-Me enseñó a trabajar en equipo. Llegué al hemiciclo en 2000. Carmen Romero me dijo: «Vas a ser diputada de Defensa». Yo no tenía ni idea de temas militares y las primeras comisiones fueron chino para mí.
Durante aquel verano, Sánchez se puso a estudiar. «Y la primera vez que hablé en septiembre, la gente se quedó impresionada». Cuenta que se convirtió en la bestia negra de Federico Trillo, entonces ministro de Defensa. «Hay una pregunta mía registrada el 1 de abril [de 2003] por las condiciones en las que viajaban los militares en los Yakovlev. Me la respondió como el 10 de mayo, una semana antes del accidente del Yak 42. Dijo que no pasaba nada con esos viajes».
Ser diputada, sin embargo, no colmaba las expectativas de Sánchez. Pese a los rumores, dice llevarse bien con Susana Díaz aunque ejerciera de cicerone de Pedro Sánchez en la última feria de Jerez. «No pude vestirme de gitana porque los trajes se me habían quedado pequeños por el embarazo».
-Si estoy aquí es por Susana Díaz. Me animó de tú a tú a presentarme. Entonces, me planteaba dejar la política. Acababa de tener a mi hija y tenía pensado coger un restaurante con un hotelito rural que el primo de mi pareja tiene en un pueblo de Murcia. Pero llegó Susana y me lo pidió muchísimo.
Los resultados sin embargo no fueron buenos para el PSOE. La lista del PP encabezada por Maria José García Pelayo superó en casi 10.000 votos a la de los socialistas. Jerez se convirtió durante unas horas en moneda de cambio del posible pacto entre PP y PSOE para investir a Díaz. Se dice que de haber prosperado, la lideresa socialista no hubiera dudado en entregar a Sánchez con una manzana en la boca. O en el meñique.
La alcaldesa explica los novedosos planes que tiene para su ciudad.
-Crearemos una industria del caballo y el flamenco. Jerez tiene que ser un foco importante de enseñanza. La ciudad tiene que ser un festival de flamenco 365 días al año. Yo siempre digo que el flamenco no se puede ver en un teatro. Hay que verlo en los patios de vecinos. Mi abuela vivía en el barrio de Santiago. Aprendí a bailar a mi forma.
Algo parecido le pasa en política. Mientras posa: «Me gustaba desde niña. Tenía el cartapacio forrado con fotos de futbolistas pero por dentro llevaba a Felipe González. Me encantaba. Una vez escribí su biografía en folios rosas. Mi madre aún la tiene guardada».
Los meñiques siguen en su sitio. El busto de Pemán, no.
