Los síntomas iniciales de la periodontitis son similares a la gingivitis: mal aliento, encías inflamadas y que presentan un color rojo brillante, sangrado habitual y dientes flojos. Un examen de la boca y los dientes por parte del odontólogo nos confirmará si estamos ante una u otra clase de inflamación.

Cuándo puede contagiarse

Como muchas otras enfermedades infecciosas, la periodontitis se puede contagiar a otra persona. Nuestra cavidad oral tiene hasta 500 tipos de bacterias, y los patógenos que propician la infección pueden transmitirse por un beso profundo, aunque este contagio solo tiene lugar si el receptor sufre de disminución de inmunidad local y/o no se encuentre bajo tratamiento periodontal. El contagio puede producirse por un contacto constante y prolongado en el tiempo, no por besos aislados.

Algunos estudios, como Infección periodontal en la pareja: estudio clínico, microbiológico y de biología molecular, de Birgitta Von Troil-Lindén, de la Universidad de Helsinki (Finlandia), sugieren que las personas que conviven durante años con un afectado por periodontitis tienen una probabilidad entre un 20 ó un 30% mayor de desarrollar la enfermedad.

Eso no significa que debamos dejar de besar a nuestra pareja si sufre esta infección, sino que debemos tomar precauciones, como acudir con frecuencia al odontólogo.

Además, son los trastornos subyacentes o factores como el tabaco, la edad avanzada, la malnutrición, el estrés, la falta de higiene o el consumo de alcohol excesivo, los que verdaderamente pueden predisponernos a infecciones como la periodontitis.

Prevención

Según la última encuesta sobre Salud Oral en España, se estima que en España 8 de cada 10 personas mayores de 35 años tienen algún problema relacionado con las encías. En concreto, sobre la periodontitis, el informe pone de manifiesto que el 16-30% de los españoles mayores de 35 años tiene esta infección periodontal.

Los factores de riesgo más comunes son el tabaco (que además hace disminuir el efecto de algunos tratamientos), los cambios hormonales (sobre todo en niñas y mujeres), la diabetes, y otras enfermedades inmunodepresivas como el SIDA o el cáncer y sus respectivos tratamientos.

También hay cientos de medicamentos que reducen el flujo de la saliva, nuestro aliado a la hora de combatir infecciones orales. Finalmente, hay motivos genéticos que predisponen a ciertas personas a tener problemas con sus encías.

El mejor método de prevención contra el riesgo de desarrollo de periodontitis es una buena higiene oral que incluya el uso de la seda dental y el cepillado meticuloso, así como limpiezas dentales profesionales regulares (generalmente basta con una cada 6 meses o una cada año).