Hogares, restaurantes, tiendas y hasta hospitales de la Región han sufrido la rotura de sus aparatos de aire acondicionado durante los últimos días. Los técnicos no dan abasto y sus teléfonos no hacen más que sonar, ¿la razón? Las máquinas también pueden sufrir su particular golpe de calor, según relató a esta Redacción un técnico consultado.

Un aparato de aire acondicionado funciona gracias a un refrigerante. Este fenómeno actúa como si fuese 'sangre' bombeada a través de todos los componentes que forman parte del aparato, de esta forma se dedica a modificar el estado gaseoso del interior del ambiente -el calor- en líquido para poder extraerlo sin problemas. Como resultado, el bochorno se queda fuera y el movimiento del aire -proporcionado por el aparato mediante sus turbinas-, provoca el efecto frío en el interior.

Para poder realizar el proceso sin ningún problema, el compresor -que es el que realiza el cambio de estado de líquido a gaseoso- debe tener la capacidad para poder soportar todo ese calor. Esto es posible gracias a un fenómeno llamado «tropicalización». Se trata del acondicionamiento del motor para que pueda soportar valores tropicales de hasta 60 ºC -lo que equivale a 42 grados en el exterior-. Si el motor se sobrecalienta, incide directamente en el gas del aparato, este se corrompe y sale como una pasta amarilla, que implica que la máquina ya no puede seguir realizando su actividad.

Esto puede afectar a cualquier aparato de aire acondicionado, así como a otros electrodomésticos refrigerantes como frigoríficos y congeladores. ya que actúan de forma similar. Limitar su uso no puede ser una opción en este caso, la inactividad del aire no la exime de sufrir los 60 ºC marcados, por lo que el gas se estropearía de todos modos. La única solución es vigilar y esperar a que pase el verano.