POLÉMICA

Según la denuncia de la Asociación de Transexuales de Andalucía (ATA)

Denuncian que un párroco de Umbrete vetó la entrada en la iglesia a una menor transexual

  • El cura comentó que 'no veía prudente' que un niño acudiese al templo vestido de flamenca

  • La menor iba a participar en un homenaje a las mujeres por la fiesta del mosto de Umbrete

  • El Arzobispado desmiente rotundamente los hechos: 'En la iglesia jamás se discrimina'

  • La Asociación de Transexuales de Andalucía (ATA) ha denunciado públicamente el hecho

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La Asociación de Transexuales de Andalucía (ATA) ha exigido la «destitución» del cura párroco de Umbrete, el franciscano Guillermo Cerrato, al que acusa de haber impedido la entrada a la iglesia de Nuestra Señora de la Consolación a un transexual menor de edad que, como miembro de un coro rociero, iba a participar en una celebración vinculada a la reciente Feria del Mosto y la Aceituna.

El Arzobispado niega rotundamente los hechos y sostiene que, en ningún momento, el sacerdote prohibió la entrada al joven, de 14 años. «En la Iglesia no se prohíbe a nadie, por ningún motivo, la entrada a un templo. Y eso es algo que tiene muy claro el párroco de Umbrete», señalaron ayer a EL MUNDO de Andalucía fuentes del Arzobispado.

Sin embargo, fuentes citadas por la agencia EFE aseguran que el sacerdote le comentó al edil que "no veía prudente" que un niño acudiese al festejo vestido de flamenca.

La celebración religiosa tuvo lugar el pasado domingo, pero el origen de los hechos pudo estar unos días antes, concretamente el viernes, cuando un miembro de la comisión de festejos puso en conocimiento del cura que el menor, nacido hombre pero que se siente mujer, se había inscrito para acudir vestido de flamenca como parte del coro que habría de intervenir en la misa.

La familia del menor asegura que el concejal de Fiestas acudió a su domicilio para anunciarles que éste no podría acudir por decisión del párroco. La explicación que les dio el concejal, según señala la familia, es que el cura «teme que la gente del pueblo se le eche encima por permitir la entrada en la iglesia de un chico vestido de flamenca».

El Arzobispado se puso en contacto con el sacerdote, que negó haber prohibido la entrada al joven y que aseguró, incluso, que ni siquiera sabía si finalmente había acudido o no al oficio religioso porque él no lo presidió. La ATA pide también al Ayuntamiento una denuncia de los hechos.

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